Trazitos_Ser_padres_no_es_facil_01La pregunta constante que tenemos es…. ¿Cuál es la forma adecuada para educar a nuestros niños?, ¿qué hacer cuando no hacen caso?, ¿debo castigarlo, pegarlo, que tengo que hacer?

Cuando nuestros niños se portan mal, cometemos el constante error de reforzar las acciones malas que los niños ejercen es decir ,eres malo porque no me haces caso; por ejemplo, de esta manera es que logramos que los niños adquieran sentimientos negativos acerca de sí mismos.

El enojo de los padres cuando los castigan refuerza la idea de los niños de que no son queridos, los padres se enojan por lo complicado que es ser padres y los niños perciben que son una carga en vez de una bendición.

El enojo a menudo obliga al niño a buscar compensación para sus sentimientos de baja estima de sí mismo, por lo que recurre a una actitud desafiante para establecer su propia identidad. Cuando el niño se siente respetado sabrá que ha cometido un grave error, se sentirá mal pero lo superara

Es necesario enseñarle al niño a encajar en el programa de vida de la familia antes de que el niño nos quiera encajar en su programa de vida. El respeto que un niño tiene a sus padres es el posterior respeto que el tendrá por todas las leyes que rijan su vida

Recursos que ayudan a tener niños bien gobernados

  1. Gane respeto y manténgalo: No debe avergonzarlo en frente de sus amigos ni menospreciarlo, si el padre es sarcástico y burlón no puede esperar que el hijo lo respete. El respeto que el niño demuestre hacia los padres es el posterior respeto que presentará hacia cualquier tipo de ley que lo rija en el futuro, algo importante los niños aprenden todo por imitación por tanto ellos seguirán el ejemplo del trato que los padres tengan con los abuelos por ejemplo.
  2. Establezca limites: La seguridad para los niños debe estar delimitada por los padres, es decir que deben ser severos pero al mismo tiempo tienen que infundir seguridad en sus niño seguridad no miedo.
  3. Enseñe razonamiento y obediencia: Lo primordial es enseñar al niño a controlar su propio comportamiento, a tomar buenas decisiones, un niño a quien se le ha enseñado a cumplir las reglas llegará a ser un niño más responsable. AL darle explicaciones los padres los ayudan a razonar y a entender los resultados de su comportamiento. Para esto las reglas deben ser cortas y bien especificas, todo lo que se pida debe hacerse de forma positiva, para que los niños no escuchen excesivamente el “no hagas eso”. Las reglas deben ser expresadas de forma que llevarlas a cabo sea fácil para los niños, es decir que hay que hablar de la forma más específica posible.
  4. Hable una vez, luego actué: A veces las acciones valen más que las palabras, ejemplo de el niño en el arenero. El niño se mete arena en la boca la madre no dice nada lo limpia y vuelve la lectura, la segunda vz lo riñe y vuelve a la lectura la final la madre no termina el libro y el niño recibe mucha atención, porque ha descubierto una forma muy agradable de mantener su atención en él.
  5. Establezca un intermedio o equilibrio entre el amor y el control:

Padre autoritario: cuanto más estrictos y autoritarios sean los niños reaccionara siendo más desobedientes, etc. En este caso se presentan constantemente los castigos y reprendas y el niño vive en temor  y zozobra, en estos casos se presentan totalmente diferentes en la escuela

Padre permisivo: En este caso el niños tiene el control y los niños se doblegan ante eso, aquí los niños se ríen de sus padres mientras ellos pasa vergüenzas, los nervios se tensionan y por esto a veces prefieren quedase en casa antes que aguantar sus caprichos. Es importante que los padres sepan  que no ayudan a sus niños al permitirles que hagan lo que les venga en gana.

Padre sin amor: “El hambre emocional es igual o peor de peligrosa que el hambre física”

Padre posesivo: Bajo el pretexto de amarlos y preocuparse por ellos, estos padres no permiten que sus hijos crezcan, corran riesgos y se desarrollen por sí mismos, realizando conductas independientes.

Un niño necesita un padre pero un padre no necesita de un niño para sobrevivir.

No podemos proteger al niño de por vida, ni debemos intentarlo, pero estamos obligados a enseñarle para que haga frente a la vida con fuerza y valor, y esta enseñanza debe ser  siempre con mucho amor.